sábado, 18 de febrero de 2012

Capítuo 19:Es imposible evitar el pasado

3 de enero de 1946
Hoy he vuelto a pasear por las destrozadas calles de Berlin.La última vez, aún ondeaban las esvástica en los edificios.Tan solo han pasado un par de meses, pero parece que el tiempo transcurrido es mucho mayor.Las grandes casas señoriales del centro, yacen ahora convertidas en escombros.Las familias que antes levantaban el brazo efusivamente al paso del Führer, ahora se veden a los aliados que causaron la muerte de miles de compatriotas.En esto se ha convertido Alemania, en un punto de reunión entre rojos y capitalistas, en una región donde las actuales potencias envían a la gente que quieren tener bien lejos.En un cúmulo de gentuza.Vendido, todos se han vendido a esos cabrones.Y los que todavía no lo hemos echo, somos cucarachas. Restos del antiguo régimen cuyo único error fue tentar el poder en beneficio del pueblo alemán.Han jugado a prohibir la justicia.... y han ganado.Siempre ganan.


He estado hablando con Friedrich.Me ha dicho que ha oído que la cúpula del partido que todavía resiste, ocultos tras el beneficio de la desinformación, ha organizado una red que pretende dar huida a los miembros de la SS, bajo el nombre de ODESSA.Con la ayuda de soldados aliados corruptos, cree que podría conseguirnos dos billetes para volver a España.Pero no tengo claro que eso sea lo que quiero.¿Volver a España, después de tanto tiempo?.¿Que habrá sido de mi familia?.Demasiados recuerdos.Pero, a decir verdad, no hay muchas más salidas que me permitan conservar la vida.Aparte de España, están las opciones de Chile y Argentina, pero no será fácil tomar una decisión.Me ha ofrecido colaborar con una organización internacional que tenga como fin garantizar la colaboración entre el estado español y los nacional socialistas en el  exilio.


No es mal empleo, sería co-fundador de la organización y haría de España el  centro de  la reconstrucción.Podría al fin evitar aceptar órdenes de generales mercenarios.Sería  yo quien decidiese que hacer.Hemos estado hablando un  rato más.Parece que somos los únicos  que aún resistimos.Antiguos voluntarios, que juraron bandera por amor, sin recibir apenas nada a cambio, ahora le están limpiado las botas a los aliados.Algunas veces pienso que lo mejor sería dar el  chivatazo  y que algunos de esos cabrones se pudran en  un Gulag.Pero eso ya no es asunto mio.La vida nos da unas cartas y debemos jugar con ellas.Algunos somos fieles a lo que el azar nos ha dado, y seguimos unas ideas hasta que acabamos triunfando o muriendo como hombres.Pero otros prefieren abandonar su mano y servir al bando vencedor.Quien no arriesga, no gana.


Hoy he ido a por provisiones.He sido idiota al no darme cuenta que los comunistas habrían instaurado el racionamiento.A decir verdad, lo había ya hace un par de años, pero gracias a mis contactos en las altas esferas del partido, yo no tenía de que quejarme.Pero esta vez he tenido que volver con las manos vacías.Es evidente que el racionamiento es tan solo para hacer un control de la población.Te dan de comer a cambio de tenerte controlado y que no obstaculices al poder,es lamentable. 


Afortunadamente, el mercado negro está en auge, y he podido conseguir una botella de wisky y un paquete de cigarrillos americanos, a precio de oro , por supuesto.También he comprado un reloj suizo, pues estaba realmente barato y la mujer que lo vendía parecía desesperada.Perfectamente comprensible, puesto que los invasores nos están quitado todo lo que tenemos." Entran en nuestras casas, se llevan nuestras cosas, hablan con nuestras mujeres y saludan a nuestros hijos.Hace unos meses, le habría matado allí mismo.Ahora debo hacerles una reverencia al verlos pasar,estoy harto" me dijo Friedrich durante nuestra conversación.
Estoy sediento y cansado.Creo que voy a darle un largo trago a la botella de Wisky y a estrenar mi tabaco.Mañana decidiré que hacer.


4 de enero de 1946


La cabeza me duele a horrores.Al rededor de las ocho de la mañana se han oído disparos muy cerca de aquí.Tras comprobar que no era en las proximidades inmediatas de mi casa, he aguardado oculto bajo mi cama.Tras media hora de la última ráfaga, he decidido salir.Todavía con la ropa del día anterior y la botella de wisky en mano, abrí la puerta de mi casa.El sol me cegó por un segundo, mientras cada milímetro de mi cráneo retumbaba horriblemente.Cuando mi vista se hubo acostumbrado al nuevo nivel lumínico, proseguí.En el jardín de mi vecino, tres bultos yacían tirados en el suelo.Corrí hacia allí, escandalizado.Con horror, pude comprobar todos mis temores.Allí se encontraba el señor Pölsk, o lo que quedaba de él, junto a su mujer y su hijo mayor, el que estaba estudiando en Munich.Esto es lo que hacen con los que deciden aceptar la situación.Se lo dije, pero no me escuchó.¿Por que les habrán matado?


No le sé.Solo sé que desde luego no quiero acabar así.He tomado una decisión, voy ha aceptar ese trabajo.Ha sido una decisión algo precipitada, lo admito.Pero solo de pensar que si reflexiono un par de días más puedo acabar con un tiro entre las cejas, me horrorizo.Los aliados no hacen más que hablar, en la radio siguen criticando el trato en los campos de concentración, pero si paseas por este nuevo Berlín, lo más justo que encontrarás es venganza.Roban a los alemanes y venden sus pertenencias, incluso las más personales como fotos familiares son vendidas como papel, que también escasea.Fusilan a todo aquel que se niegue a jurarles lealtad.Y a los que lo hacen, también acaban matándoles.En esta guerra no hubo ni buenos ni malos, solo vencedores o vencidos.Como en todas, supongo.Voy a llamar a Friedrich, estoy decidido.Me marcho, tampoco dejo demasiado atrás.Un pequeño gato persa que encontré abandonado hace algún tiempo.Nada más, un gato y un montón de ceniza.



8 de enero de 1946


Ha llegado el día.Tras llamar a Friedrich, recogí mis cosas y esperé con impaciencia que llegase la hora.Friedrich ha dicho que no puede contarme demasiado sobre como saldremos de aquí.Tan solo me ha dicho que es gracias a algunos soldados "dispuestos ha recibir donaciones a cambio de ser más permisivo".Lo único que nos queda es dinero sin valor, no se como ha podido sobornarles.Ni aunque se hubiesen quedado todo el capital Alemania podría organizar tal huida, o eso creo.Los militares nunca se venden barato, lo sé por experiencia.En Francia dejamos huir a muchos civiles rumbo a Casablanca a cambio de dinero o pertenencias.Un antiguo amigo mio, del que no sé nada desde el fin de la guerra, incluso dejó pasar a un matrimonio pobre a cambio de pasar una noche con la bella mujer.Al principio ambos se escandalizaron, pero al poco comprendieron que no tenían más remedio que aceptar.


Recuero estos momentos de mi vida con añoro, pese a que en su día fueron realmente duros.Si verse rodeado en campo francés es duro, más lo es cuando te envían a un frente situado el la calle en la que jugabas de pequeño, o donde conociste a tu mujer.Una vez más, yo no tengo esa presión encima.Alemania solo fue una etapa de mi vida, desde el principio supe que no quería morir aquí.Y por culpa de esos cabrones, casi lo hago prematuramente.Pero sigo vivo, y si dios quiere, nunca más tendré que pelear.He estado en dos guerras, en una veintena de combates.Aveces se ganan a veces se pierden.Pero siempre se lucha con firmeza y valor.Yo estuve en el 2º batallón que entró en Paris en Mayo de 1940.En la otra cara de la moneda, asistí al "heroico" (según los demagogos capitalistas) desembarco de Normandía y comprobé con horror como nos retirábamos ante la atenta mirada de los  compatriotas heridos que yacían en el suelo, condenados a una muerte segura.


Esto me está ayudando mucho, pero creo que voy a racionar mi escritura por ahora.Como ya he dicho, el papel es de las cosas que más escasean en este momento, ya que antes de la caída de Alemania ya no había demasiado.Friedrich ha venido a recogerme.En bicicleta, por supuesto.Al parecer el coche fue el "regalo"  de alguno de los soldados.Supongo que también se habrá desecho de su casa, no pensamos volver.No por el momento.


10 de enero 1946


Al fin, estamos en España.Para mi sorpresa, varios cargos políticos han bajado a recibirnos en nombre del gobierno español.Es evidente que Friedrich ha echo los deberes.Me han hablado de mi puesto.Debo hacer de enlace entre la administración Alemana y el estado Español, que será quien maneje por el momento la administración.Es un cargo bastante más modesto de lo que me había prometido, pero no me quejo.Sigo vivo.Y he regresado a mi tierra.Aún estoy muy lejos de casa, pero se me acelera el corazón cada vez que camino entre la gente.No podría soportar encontrármela.Huí por una buena causa, aposté por lo que parecía un valor seguro, y perdí.No se que tal se las habrá arreglado sola, pero tampoco quiero saberlo.


Se que lo hice por nuestro bien, por el bien de nuestros aliados y por el bien del mundo entero.No fui otro "camisa azul" reclutado.Yo me ofrecí voluntario para ayudar al estado alemán en lo que fuera.Tan solo tuve que ir al frente en determinadas ocasiones, como ya he dicho.La mayor parte del tiempo lo pasé trabajando para la administración, pero eso debía huir de nuevo.Me han perseguido ya dos veces y nunca me han pillado.Cuando lo hagan, se tomarán la justicia por su mano.Estoy seguro de que mi nombre figura entre los más buscados, después de Hitler y varios miembros de la SS.Aún no se creen que se haya suicidado.Según ellos, sigue escondido buscando venganza.Que sigan buscando.Mientras busquen su cadáver, los que seguimos vivos huimos.Me parece justo.


Pero dejemos de hablar de Alemania, eso forma ya parte de mi pasado.Como lo fue un día España, pero he vuelto.He vuelto y no estoy solo.Mi misión, el resurgir del fascismo.Porque esta vez hemos perdido,pero nos alzaremos de nuevo.No se donde ni cuando, solo sé que ese día llegará, y cuando llegue, el peso de la  venganza caerá sobre los traidores.


Volver a España me ha echo sentirme libre.Vuelvo a ser yo.Y prueba de esto es que nada más bajar del avión me han llamado de nuevo por mi verdadero nombre: Julián Ballesteros 


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